Esta noticia busca informar acerca del manejo que ha dado la Administración Distrital al tema de la educación. Específicamente se presentan las cifras relativas a la destinación presupuestal para la educación, tanto a nivel nacional como distrital, y qué tanto de ese presupuesto ha sido efectivamente ejecutado. De igual manera, se exploran los casos particulares de los colegios distritales Alianza Quiroga e INEM Santiago Pérez, los cuales han atravesado dificultades en lo relativo al mantenimiento de la estructura física y al manejo del presupuesto.
El Programa de Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA), organizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), realiza exámenes periódicos con el fin de evaluar el desempeño académico de los estudiantes alrededor del mundo. En el examen del 2012, Colombia ocupó el puesto 62 entre 65 países evaluados. En vista de esta preocupante situación, el Gobierno Nacional, en cabeza del Presidente Juan Manuel Santos, anunció que la educación será una de las prioridades, junto con la paz y la equidad, de estos nuevos 4 años de gobierno.
Así las cosas, es importante hacer un recuento acerca de cómo se ha manejado el tema educativo a nivel nacional y contrastarlo con datos provenientes de otros países. Según cifras del Banco Mundial, para el año 2011 Colombia destinó 4,4% de su producto interno bruto a la educación. Comparativamente, si bien esta cifra se acerca al promedio de América Latina y el Caribe, se encuentra casi un punto porcentual por debajo del promedio de la Unión Europea. En lo relativo a comparaciones frente a países individuales, Finlandia, uno de los países que mejores resultados obtuvo en las pruebas PISA, invierte el 6,8% de su PIB en educación. Sin embargo, es importante destacar que los países que más invierten no siempre son los que obtienen los mejores resultados –como es el caso de Corea del Sur, país que ocupa los primeros puestos en las pruebas PISA, pero que tiene una inversión de solo el 5%-. No obstante, altos niveles de inversión sí demuestran una fuerte voluntad política tendiente a mejorar el sistema educativo. En suma, si Colombia quiere ser el país más educado de Latinoamérica, como lo anunció el Presidente Santos, es necesario reevaluar fuertemente la política pública en esta materia, tal como lo señaló recientemente el distinguido científico colombiano Rodolfo Llinás.
En cuanto a la situación específica de Bogotá, en el presupuesto ya aprobado para el año 2014, la ciudad cuenta con 14 billones 730 mil millones de pesos, de los cuales 3,2 billones serán destinados para la educación, lo que representa un porcentaje del 21,7%. Este porcentaje es similar o mayor al que otras capitales latinoamericanas como Buenos Aires y Quito destinan para este tema y representa el rubro con mayor destinación presupuestal, por encima de salud y movilidad. Las anteriores cifras demuestran que Bogotá destina una suma generosa de su presupuesto al tema de la educación, suma comparable con la inversión de otras capitales latinoamericanas. Lo anterior puede venir como una sorpresa, ya que el imaginario generalizado es que el Gobierno Nacional y la Administración Distrital no están lo suficientemente interesadas en el tema educativo. De hecho, según la encuesta de percepción ciudadana de Bogotá Cómo Vamos del año 2013, en los últimos 3 años los niveles de insatisfacción con la educación pública han oscilado entre el 35 y el 45%.
Empero, esta saludable destinación presupuestal para la educación no significa que la administración que el Distrito ha hecho de este tema esté exenta de problemas. Si bien la voluntad política está presente, el problema de la educación radica en la ejecución presupuestaria. El dinero puede estar ahí, pero otra cosa muy distinta es que este esté siendo gastado. Para el mes de Mayo, la ejecución presupuestaria en Bogotá de recursos para inversión directa era del 14%, el nivel más bajo de los últimos 10 años. En valor real esto significa que si bien la destinación presupuestal para educación es de 3,2 billones de pesos, hasta el momento solo menos de medio billón ha sido efectivamente ejecutado. Esta cifra es bastante preocupante si se toma en cuenta que según la veedora distrital, Adriana Córdoba, para el mes de Mayo se debería contar con un nivel de ejecución de al menos el 42%.
Estas problemáticas en el manejo del tema de la educación no se han hecho esperar para empezar a tener efectos nocivos sobre los colegios distritales. En enero de este año, tiempo en el que comienza el año escolar, nos enfrentamos a las cifras que de 51 colegios distritales que se encontraban en necesidad de intervención, solo 14 se hallaban en construcción o reparación. La situación es especialmente dramática para los estudiantes del colegio Alianza Quiroga. 1190 estudiante de esta institución recibieron el inicio del año escolar con la noticia de que las obras que se adelantaban en su colegio tardarían año y medio más de lo estimado, por lo que tendrán que recibir sus clases con el edificio en obra.
Otro caso que destaca es el del INEM Santiago Pérez. Un estudiante graduado de este colegio relata como la estructura física del colegio se encuentra en una condición deplorable, tan grave es el asunto que los estudiantes crearon un movimiento para protestar contra las malas condiciones en las que deben estudiar. Este movimiento llamado M12F organizó un paro en el año 2013 como señal de protesta contra lo que ellos consideran una gestión deficiente y corrupta por parte de las directivas de su institución educativa y de la Secretaría de Educación.
La situación llegó al punto que fue necesaria la intervención del Secretario de Educación, Óscar Gustavo Sánchez Jaramillo, el cual manifestó que no había recursos suficientes para hacer frente a los diversos reclamos de los estudiantes, lo cual contrasta con las cifras presentadas anteriormente sobre destinación presupuestal en educación. Finalmente, después de un proceso de negociación con los estudiantes, se llegó a un acuerdo para terminar el paro en el que se pactó enfrentar la situación crítica en lo relativo a infraestructura y hacer una revisión del manejo fiscal que se adelanta en la institución; en cumplimiento de este acuerdo se pintó la fachada del colegio y se hizo una revisión fiscal. Sin embargo, el estudiante con el que nos comunicamos nos señaló que muchos otros puntos quedaron pendientes y que la mejora de la situación general no fue significativa.
Intentamos comunicarnos con la rectora de esta institución, la señora Liney Pacanchique, para obtener su versión de los hechos; no obstante, ella se negó a contestar nuestras preguntas.
REDACCIÓN BOGOTÁ.
El Programa de Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA), organizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), realiza exámenes periódicos con el fin de evaluar el desempeño académico de los estudiantes alrededor del mundo. En el examen del 2012, Colombia ocupó el puesto 62 entre 65 países evaluados. En vista de esta preocupante situación, el Gobierno Nacional, en cabeza del Presidente Juan Manuel Santos, anunció que la educación será una de las prioridades, junto con la paz y la equidad, de estos nuevos 4 años de gobierno.
Así las cosas, es importante hacer un recuento acerca de cómo se ha manejado el tema educativo a nivel nacional y contrastarlo con datos provenientes de otros países. Según cifras del Banco Mundial, para el año 2011 Colombia destinó 4,4% de su producto interno bruto a la educación. Comparativamente, si bien esta cifra se acerca al promedio de América Latina y el Caribe, se encuentra casi un punto porcentual por debajo del promedio de la Unión Europea. En lo relativo a comparaciones frente a países individuales, Finlandia, uno de los países que mejores resultados obtuvo en las pruebas PISA, invierte el 6,8% de su PIB en educación. Sin embargo, es importante destacar que los países que más invierten no siempre son los que obtienen los mejores resultados –como es el caso de Corea del Sur, país que ocupa los primeros puestos en las pruebas PISA, pero que tiene una inversión de solo el 5%-. No obstante, altos niveles de inversión sí demuestran una fuerte voluntad política tendiente a mejorar el sistema educativo. En suma, si Colombia quiere ser el país más educado de Latinoamérica, como lo anunció el Presidente Santos, es necesario reevaluar fuertemente la política pública en esta materia, tal como lo señaló recientemente el distinguido científico colombiano Rodolfo Llinás.
En cuanto a la situación específica de Bogotá, en el presupuesto ya aprobado para el año 2014, la ciudad cuenta con 14 billones 730 mil millones de pesos, de los cuales 3,2 billones serán destinados para la educación, lo que representa un porcentaje del 21,7%. Este porcentaje es similar o mayor al que otras capitales latinoamericanas como Buenos Aires y Quito destinan para este tema y representa el rubro con mayor destinación presupuestal, por encima de salud y movilidad. Las anteriores cifras demuestran que Bogotá destina una suma generosa de su presupuesto al tema de la educación, suma comparable con la inversión de otras capitales latinoamericanas. Lo anterior puede venir como una sorpresa, ya que el imaginario generalizado es que el Gobierno Nacional y la Administración Distrital no están lo suficientemente interesadas en el tema educativo. De hecho, según la encuesta de percepción ciudadana de Bogotá Cómo Vamos del año 2013, en los últimos 3 años los niveles de insatisfacción con la educación pública han oscilado entre el 35 y el 45%.
Empero, esta saludable destinación presupuestal para la educación no significa que la administración que el Distrito ha hecho de este tema esté exenta de problemas. Si bien la voluntad política está presente, el problema de la educación radica en la ejecución presupuestaria. El dinero puede estar ahí, pero otra cosa muy distinta es que este esté siendo gastado. Para el mes de Mayo, la ejecución presupuestaria en Bogotá de recursos para inversión directa era del 14%, el nivel más bajo de los últimos 10 años. En valor real esto significa que si bien la destinación presupuestal para educación es de 3,2 billones de pesos, hasta el momento solo menos de medio billón ha sido efectivamente ejecutado. Esta cifra es bastante preocupante si se toma en cuenta que según la veedora distrital, Adriana Córdoba, para el mes de Mayo se debería contar con un nivel de ejecución de al menos el 42%.
Estas problemáticas en el manejo del tema de la educación no se han hecho esperar para empezar a tener efectos nocivos sobre los colegios distritales. En enero de este año, tiempo en el que comienza el año escolar, nos enfrentamos a las cifras que de 51 colegios distritales que se encontraban en necesidad de intervención, solo 14 se hallaban en construcción o reparación. La situación es especialmente dramática para los estudiantes del colegio Alianza Quiroga. 1190 estudiante de esta institución recibieron el inicio del año escolar con la noticia de que las obras que se adelantaban en su colegio tardarían año y medio más de lo estimado, por lo que tendrán que recibir sus clases con el edificio en obra.
Otro caso que destaca es el del INEM Santiago Pérez. Un estudiante graduado de este colegio relata como la estructura física del colegio se encuentra en una condición deplorable, tan grave es el asunto que los estudiantes crearon un movimiento para protestar contra las malas condiciones en las que deben estudiar. Este movimiento llamado M12F organizó un paro en el año 2013 como señal de protesta contra lo que ellos consideran una gestión deficiente y corrupta por parte de las directivas de su institución educativa y de la Secretaría de Educación.
La situación llegó al punto que fue necesaria la intervención del Secretario de Educación, Óscar Gustavo Sánchez Jaramillo, el cual manifestó que no había recursos suficientes para hacer frente a los diversos reclamos de los estudiantes, lo cual contrasta con las cifras presentadas anteriormente sobre destinación presupuestal en educación. Finalmente, después de un proceso de negociación con los estudiantes, se llegó a un acuerdo para terminar el paro en el que se pactó enfrentar la situación crítica en lo relativo a infraestructura y hacer una revisión del manejo fiscal que se adelanta en la institución; en cumplimiento de este acuerdo se pintó la fachada del colegio y se hizo una revisión fiscal. Sin embargo, el estudiante con el que nos comunicamos nos señaló que muchos otros puntos quedaron pendientes y que la mejora de la situación general no fue significativa.
Intentamos comunicarnos con la rectora de esta institución, la señora Liney Pacanchique, para obtener su versión de los hechos; no obstante, ella se negó a contestar nuestras preguntas.
REDACCIÓN BOGOTÁ.